Verbos pronominales:
Los verbos pronominales son los que se conjugan obligatoriamente con el pronombre personal átono. Éste es un mero componente del verbo (algunos gramáticos lo llaman morfema del verbo), pues aparece totalmente desfuncionalizado, es decir, no desempeña función nominal alguna de complemento verbal. Hay verbos pronominales propiamente dichos, que son aquellos que no presentan una forma sin pronombre, como apropiarse (no existe apropiar), quejarse (no existe quejar), arrepentirse (no existe arrepentir), etc. Otros verbos pronominales coexisten al lado de verbos que presentan el mismo lexema pero que se conjugan sin el pronombre. Los hay que presentan un carácter intransitivo en cualquiera de las dos formas (con y sin pronombre), y los hay que son transitivos en la forma no pronominal y se “intransitivizan” en la forma pronominal. Tanto en un caso como en otro, se da lugar a oposiciones semánticas, gramaticales o estilísticas importantes entre la forma con pronombre y la forma sin pronombre, es decir, entre el verbo pronominal y el no pronominal. Veamos:
morirse (pron. intrans.) / morir (no pron. intrans.)
marcharse (pron. intrans.) / marchar (no pron. intrans.)
quedarse (pron. intrans.) / quedar (no pron. intrans.)
retirarse (pron. intrans.) / retirar (no pron. intrans.)
dormirse (pron. intrans.) / dormir (no pron. intrans.)
levantarse (pron. intrans.) / levantar (no pron. intrans.)
Por último, existen también verbos pronominales con dos pronombres obligados. Son olvidársele (a uno algo), antojársele (a uno algo), acurrírsele (a uno algo) ...
se me olvidó la cartera
se me antojó un pastel
(No hay que confundir el verbo olvidarse (algo a alguien) con olvidarse (de algo o de alguien) ni con olvidar (algo): sus regímenes gramaticales son diferentes).
Cuando el pronombre personal átono desempeña función de objeto directo o indirecto, con valor reflexivo, no debe hablarse de verbo pronominal:
Juan se lavó.
Juan se puso el abrigo.
En estos casos se trata de los vebos lavar y poner y no de lavarse y ponerse, pues los pronombres correspondiente actúan como objeto directo en el primer caso y objeto indirecto en el segundo. Funcionalmente son estructuras equivalentes a las de
Juan lavó a Juan.
Juan puso el abrigo a Juan.»
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